¿QUIÉN ES USTED?, ¿QUÉ DICE? ¿A QUIÉN? ¿PARA QUÉ? PROLEGÓMENOS PARA UNA FILOSOFÍA DE LA COMPOSICIÓN LITERARIA Por Alejandro Cánovas Pérez
¿QUIÉN ES USTED?,
¿QUÉ DICE? ¿A QUIÉN? ¿PARA QUÉ?
PROLEGÓMENOS PARA UNA FILOSOFÍA DE LA COMPOSICIÓN LITERARIA
Un anuncio del libro sobre el tema que aparecerá (preprint)
Alejandro Cánovas Pérez
Nota
En una época donde tropiezas con una piedra y tras ella recoges una Utopía, en una era en la que todo hombre se cree con derecho a exponer sus creencias, a practicarlas y a defender sus ideas, donde casi todo es posible, en una sociedad que ha revolucionado casi ininterrumpidamente durante más de dos siglos, me propongo, yo también, mostrar mi Utopía.
La literatura, fuente de imágenes que nos acompañaron primero que el cine, la televisión, el video y la computación, es una de las artes que afronta en la actualidad el embate de la revolta causada por la intromisión de la técnica --tal vez que de la ciencia-- en nuestras vidas cotidianas. La generación de bienes materiales retrata de cuerpo entero a una vida social que pretende apartar de sí los bienes espirituales. La comodidad, el ansia de obtener una felicidad ajena a sufrimientos por ausencia de alimentos, del vestir, del transporte, etc., caracteriza este siglo. Mucho daño hace la Utopía de que la posesión de objetos que garantizan una estabilidad, asegura a su vez, y a toda costa, un estado de contento perpetuo. Porque ello está basado en el convencimiento de que alguien carece de aquellos objetos, mientras son poseídos por otros.
Han triunfado históricamente las utopías que benefician a la mayoría de los seres humanos.
Es por eso que --aunque sea, tal vez, extemporáneamente-- brindo mi idea sobre la creación y consumo de la literatura (porque sé que ésta es un arte que perdurará en sí misma o en el interior de otras artes) y ruego que mis coetáneos perseveren como yo, por un mundo realmente mejor que éste que vivimos.
Un resultado mayor de mi teoría de la composición literaria es dar dentro del análisis científico literario la prioridad al lector-público (individuo-sociedad), marcando que son las necesidades dictadas por la historia del arte literario expresadas a través de este lector-público las que han hecho posible la creación-composición de las obras literarias, de una de ellas, al grupo que es el conjunto de un período histórico, una cultura, una nación, una región del planeta… un continente, siempre en cronología, es decir, en la línea temporal.
Así, la Odisea, heredera de la antigua literatura oriental y africana (ex: la epopeya Gilgamesh o el más “psicológico”, Sinuhé) influye en el destino posterior de toda una cultura “occidental” que puede dar la propagandística novela Robinson Crusoe, en la Inglaterra de una época cercana a la nuestra. Es decir, que si las épocas y las civilizaciones-culturas cambian, así como sus zonas geográficas, las necesidades del lector-público pueden revelarse increíblemente semejantes. Luego, las conclusiones a las que llego podrían ser más generales de lo que sospechamos los investigadores literarios (a los que tal vez deba nombrar “filólogos”).
Una filosofía de la composición literaria puede ser además, la fuente de acción sobre otras cosas --eso, lo sé. Los saberes extraídos de éstos y otros libros favorecerán sin dudas que la reflexión sobre el arte literario permita compararlo con otras artes. El estudio de los procedimientos composicionales une verdades particulares de cada arte y ciencia involucrada. El conocimiento humano es único y a cada vuelta en la Máxima Utopía, a él regresan todos los productos del ingenio del Hombre. Es, tal vez, este siglo XXI, uno de los momentos de nueva conjunción cognoscitiva...
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